El imponente pico de Peñagolosa (Penyagolosa) forma parte del Sistema Ibérico perteneciente a la provincia de Castellón. De hecho es la cumbre más alta de la provincia y la segunda de la Comunidad Valenciana tras el cerro Calderón. Tiene una altura de 1813 msnm donde se domina un panorama de las comarcas castellonenses e incluso de parte de las vecinas tierras aragonesas.
La ruta turística o sendero que asciende a la cumbre está considerada de Gran Recorrido y aprovecha las vías de ascenso utilizadas desde tiempos ancestrales. Ya en los inicios del cristianismo se erigieron santuarios, hasta erigir el actual: el Santuario de San Juan de Peñagolosa, meta de romerías desde hace siglos. El ascenso a la cumbre se puede iniciar desde las localidades de Villahermosa del Río, Vistabella del Maestrazgo o Chodos. Curiosamente su cumbre determina los términos municipales de los tres municipios.
La ruta de Gran Recorrido G-33 facilita ese contraste tan atractivo de “montaña con mar”, pues termina en la misma ciudad de Castellón de la Plana, capital de la provincia. La pared sur es un precipicio vertical de casi 300 m donde se necesita la experiencia y equipamiento típico para la escalada, así que es habitual ver a esta clase de deportistas optar por esta vía de acceso. En cambio la cara norte es mucho más accesible, pudiendo llegar en vehículo incluso hasta un poco antes de la ermita.
La vía más recomendable para los amantes del aire libre y la naturaleza es caminando por el Barranco de Pegunta, en el Término Municipal de Vistabella del Maestrazgo, corazón del Parque Natural del Peñagolosa, donde crecen especies botánicas de gran valor medioambiental, como el pino, majuelo, tejo, arce, acebo, hiedra, manzano silvestre, etc. y una fauna muy variada que depende de estos y del riachuelo que se forma esporádicamente en las épocas de lluvia o deshielo.
Es un paraje natural muy recomendable para los que practican el senderismo, ya que existen variadas rutas turísticas programadas y excursiones de todo tipo, desde la familiar con los niños, hasta para deportistas que buscan la dificultad de las escaladas de nivel. Encontraremos el ambiente típico del Mediterráneo, así que en primavera nos encontraremos quizás la temperatura más recomendable para intentar su ascenso.
Toni Ferrando.
