Aunque soy de La Coruña, llevo ya un tiempo viviendo en Alicante, este año he vivido por primera vez las Fogueres de Sant Joan y tengo que decir que es algo alucinante, ahora que también es verdad que hay que tener mucha resistencia o llevarse una cantimplora de cafeÃna, porque durante más de una semana la ciudad no descansa ni de dÃa ni de noche.
Es increÃble ver como la gente, absolutamente todo el mundo, vive la fiesta como algo propio, todos los barrios tienen varias asociaciones que organizan cada una sus dos hogueras, la infantil y la grande y su racó, un espacio cerrado para la celebración de todos los asociados y vecinos, con su escenario, su música, etc…
Para el funcionamiento diario es un poco caótico, porque hay muchas calles cerradas y el trasiego es constante, de dÃa con los montajes, la organización, los ensayos de las bandas, los pasacalles, los petardos de niños y mayores…. Y de noche porque los racós abren toda la semana anterior al dÃa 24 y se pasan las las noches con orquestas, dj’s etc…
Pero todo el mundo asume rapidito que esa semana de fiestas, en Alicante se vive por y para la fiesta.
He vivido por primera vez lo que es la celebración en un racó y la verdad es que está muy bien, es muy divertido y es un escaparate de cómo se vive Sant Joan con familiares, amigos y vecinos. Se alquilan mesas grandes y desde la caÃda de la tarde se lleva comida, bebida, y se disfruta de la música, la fiesta y la compañÃa.
Es una fiesta muy importante para los niños; para los pequeños es la ocasión de continuar de noche por la calle, poder tirar petardos y divertirse con actividades para ellos.
La fiesta de Sant Joan se prolonga durante tantos dÃas que al final, cuando por fin se queman las hogueras, casi entristece, porque te da tiempo a considerarlas parte de la decoración de las calles y plazas, pero la verdad es que es algo espectacular ver las llamas alzarse por encima de las casas.
He sacado fotos de las Fogueres de mi barrio, quizás algunas no estén perfectas, pero están sacadas con el movil y mucho cariño.
Marga G.-Chas Ocaña
