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La alternativa turística de Altea

playa altea

Quizás Benidorm e incluso Calpe sean espacios demasiado “saturados” en las fechas del verano. Para las personas que buscan ambientes más tranquilos que distendidos, la propuesta de la alternativa turística de Altea es de lo más recomendable, tanto para la excursión a la playa, como a sus ambientes nocturnos.

Calle 1 - Casco Viejo - Altea

La alternativa diurna es de lo más entretenida, tanto si quieres relajarte en la playa y tomar el sol como todo lo contrario, es decir, practicar deporte o salir de excursión. Para lo primero tenemos varias playas: la urbana de La Roda, que es quizás la más concurrida y cada año se añade arena fina, aunque las playas de Altea son tradicionalmente de gravilla o de tierra con cantos rodados (rústicas), factor que ha “impedido” las grandes aglomeraciones típicas que ocurren en las de arena, por eso son más tranquilas. Otras playas son las de Cap Negret, La olla, El Mascarat, el Cap Blanch, La Solsida y del Albir. Encontramos calas rústicas de difícil acceso, como la Cala de la Barra. Buceo, pesca, navegación, etc. Se puede practicar todo lo relacionado con el mar y disfrutar de unas aguas cristalinas como pocas.

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Para el entretenimiento diurno tenemos visitas teatrales guiadas, donde el pirata Cachidiablo dramatiza escenas a través de las estrechas calles del casco antiguo. Desde el 18 de julio a las 19:30, en la calle Cura Llinares partirán excursiones guiadas por Altea la Vella. Hay abiertas numerosas rutas senderistas en dirección a las Fonts de l´Algar, Sierra de Bernia, al Morro Toix, etc. En cuanto a la oferta gastronómica, la riqueza local y los numerosos restaurantes con cocina internacional, son de lo más apetecibles.

altea noche casco antiguo

La Cerveza de Níspero sólo se elabora en la comarca de la Marina Baixa. Salazones como la melva, mojama, anchoas se preparan en la zona desde el tiempo de los fenicios. Las tortas medievales (coca), han ido evolucionando con los ingredientes venidos de América hasta las actuales coques al horno o farcides (rellenas) unas con longaniza, otras con pescado, principalmente la sardina, ambas  con espinacas, acelgas o cebolla, una variedad de lo más suculenta. La paella de aladroc (boquerón), platos de olla como el cruet y el caldero de pescado, el puxero con pelotas, etc. Para el postre encontramos una variedad numerosa de dulces de almendra y miel, además de todo tipo de pasteles, heredado de una larga tradición repostera con acentuado carácter árabe y medieval.

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La noche en Altea no tiene nada que ver con los ambientes de la vecina Benidorm, donde en verano encontramos un clima similar a las grandes capitales en días festivos. Las terrazas de bares, restaurantes y pubs adquieren un ambiente más relajado e íntimo, te encuentras realmente bien y se alejan de la mente todas las preocupaciones que nos depara la vida cotidiana. A pesar de su aire cosmopolita y muchas veces “lleno” de gente, el ritmo de la fiesta es más discreto y “civilizado”, quizás hipnotizados por la vista de sus miradores, salvo las lógicas y contadas excepciones ocurridas en todos los sitios de alterne. Conciertos, teatro, espectáculos, una variedad de entretenimiento con la característica de un público ordenado y nada escandaloso que se mimetiza con Altea, su olor a verano particular y su noche única.

Toni Ferrando.

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